Sandra Kay Hill
Le encantaban los pasteles de arroz con mantequilla de maní y las margaritas y reír. Le encantaba el color púrpura y encontrar una gran ganga en ropa linda. Amaba a nuestro perro, Mack. Amaba a sus amigos y su carrera como maestra de escuela primaria. Y, sobre todo, nos amaba. El lema de su vida era "Porque lo agradable importa". Ella implementó este principio en cada una de las cosas que hizo en su vida. Como donante de órganos, volvió a demostrar su abnegación. Ella es nuestra luz e inspiración, y ahora vive en los demás.