Katie Celeste Weis
Katie Celeste Weis, a la edad de 9 años, tenía una personalidad que era por mucho increíble. Katie creció con algunos apodos: el primero tendría que ser "Katie-Bug", luego, cuando empezó a gatear y caminar, adquirió "pequeño mono". Su padre solía llamarla "Kate", pero la que todos pensábamos en ella con tanta frecuencia era nuestra "Mariposa social". Nunca tuvo miedo de hacer nuevos amigos, nunca tuvo miedo de iniciar una conversación con un extraño, al igual que su padre. La presencia de Katie siempre se conocía cuando entraba a una habitación, debido a su personalidad burbujeante: le encantaba hablar. Katie era muy creativa y disfrutaba dibujar, dibujar y escribir cuentos. Le encantaba jugar sóftbol, fútbol, bolos, patinar, pescar y andar en bicicleta, motonieve y motonieve. Amaba absolutamente todo tipo de animales. Katie era una chica muy sociable y extrovertida, que disfrutaba pasar tiempo con sus amigos. Tenía los ojos azules más hermosos y una sonrisa traviesa que derretiría cualquier corazón. Pero a su vez, la metería en tantos problemas como la sacaría. Haría cualquier cosa por cualquiera. Dar el "regalo de la vida" es solo otra forma de ayudar a los demás. Sabíamos que esta decisión era lo correcto. Un lazo rosa para nuestra familia, amigos y la comunidad es solo un recordatorio de cómo esta niña tocó tantas vidas. Un año después, todavía los vemos, ya sea un imán de automóvil con su nombre o una cinta rosa envuelta alrededor de un poste de luz, un buzón o un árbol ocasional. Ella todavía vive dentro de nosotros, al igual que sus destinatarios. Katie fue un regalo de Dios, ahora es un "rayo de sol para Jesús".
- Gary y Heidi Weis