Mi esposo tiene 32 años. Le diagnosticaron enfermedad renal crónica dos meses después de que su madre falleciera a causa de la enfermedad en abril de 2008.
En ese momento, nos dijeron que la enfermedad podría ralentizarse con la dieta y, en el peor de los casos, años después, necesitaría un trasplante. Años después, el camino ocurrió mucho antes de lo que esperábamos. En junio de 2010 llegó el momento de que Rex comenzara la diálisis o buscara un donante de riñón vivo para prevenir la diálisis.
Se debilitó cada vez más y en septiembre los médicos nos dijeron que había que hacer algo. Después de una serie de pruebas, los médicos del Hospital de la UM confirmaron que su esposa, Amy, una mujer sana de 26 años sin antecedentes familiares de diabetes, ¡era compatible como pareja! Qué gran noticia.
Me enorgullece decir que el 15 de septiembre de 2010 fuimos a operar. Aunque ha pasado solo una semana después del trasplante, no puedo creer los cambios que ya estoy viendo en mi esposo. Finalmente se siente bien. Me hizo llorar cuando lo vi esa primera noche.
El líquido comienza a reducirse en su rostro y finalmente se ve feliz y como él mismo nuevamente. Esto ya ha cambiado nuestras vidas. Recomendaría a todos que se inscriban para ser donantes. Para un donante de riñón, ¡desafiaría a todos los que puedan soportar unas semanas horribles a salvar una vida! ¡Es tan fácil y tenemos las respuestas! Estoy muy agradecida por las posibilidades que tenemos por delante y por tener a mi esposo de regreso.
Amy Odglen
Columbiaville, MI