Andrew Rueben Ullman
Poco sabíamos esa mañana que Dios iba a llamar tu nombre. En la vida te amamos mucho, en la muerte hacemos lo mismo. Nos rompió el corazón perderte, no fuiste solo. Una parte de nosotros fuimos contigo el día que Dios te llamó a casa. Nos dejaste preciosos recuerdos que amas sigue siendo nuestra guía. Y aunque no podamos verte. Estás siempre a nuestro lado. Nuestra cadena familiar está rota, y nada parece igual, pero cuando Dios nos llame a uno, la cadena se unirá nuevamente. "La cadena rota"