Bob Elston

Papá era un hombre enorme y con mucho corazón. La familia era lo más importante para él. Las nietas éramos su mundo. Conducía con lluvia o sol hasta Ohio para ver a los dos más jóvenes jugar cualquier deporte que estuviera en temporada. Los últimos 2 años de su vida encontró a Dios. Él y Nan asistían a la iglesia en Defiance, OH, todos los domingos. Papá amaba a su familia, los animales, los espartanos y su Pepsi. Era un hombre sencillo, gentil, amable, cariñoso y de todo corazón. Le daría a cualquiera que lo necesitara la camisa de su espalda. Se fue demasiado pronto y todos los que lo conocieron y amaron lo extrañan profundamente. Nosotros, la familia, estamos felices de saber que alguien por ahí es capaz de vivir la vida que Papá hubiera querido que viviera.