John William Racine
Mi padre, John William Racine, nos dejó inesperadamente el 21 de julio de 2016 a la edad de 53 años. Era la persona más bondadosa, jovial y generosa que jamás haya conocido. Se entregó a todo lo que hizo, y es lógico que su último acto fuera brindarle a otro el don de la vista. John era muy querido por muchos. Él y mi madre, Lorrie, pasaban todas las mañanas conduciendo juntos hasta donde trabajaban en la Western Michigan University. A través de su trabajo, supervisó a muchos estudiantes y, como hijo único, soy uno de los hijos de mi padre. Trataba a todos los que conocía con amabilidad y se compartía con los necesitados. Muchos de los amigos de toda la vida de mi familia son antiguos compañeros de trabajo y estudiantes de mi padre, y no podemos agradecerles lo suficiente por toda su ayuda en este momento difícil. El hermano de mi padre, Ken, y la hermana Marsha, también extrañarán mucho a su hermano menor. Los amaba mucho a ellos y a sus hijos y es un consuelo saber que ahora está con su madre Eda y su padrastro Alan en el cielo. Es imposible poner en palabras cuántas vidas tocó mi padre. Sé que significó mucho para mí y extrañaré tener a mi mejor amigo con quien contar siempre que necesite un consejo o una mano amiga. Tu espíritu vivirá en todos aquellos que has conocido a través de los años y compartiré tu historia a través de la lección que me has enseñado.