Thomas Steven Nichols
Tom era un marido, un padre y un abuelo muy devotos. Fue el amor de mi vida y mi mejor amigo durante 35 años. Compartió muchas horas con nuestros hijos mientras crecían participando en sus variados intereses, desde hacer películas hasta atrapar tortugas. Compartió un vínculo muy especial con su único nieto, Reid Thomas Nichols, observándolo al menos una vez a la semana desde muy temprano. Se adoraban el uno al otro. Disfrutaba de todo tipo de música y amaba la vida salvaje. Creía que Jesucristo era su Salvador y ahora pasa la eternidad glorificando a Dios. Nos dejó de repente y lo extrañamos mucho, pero sabemos que algún día nos reuniremos con él en el cielo. Amándote todavía, Wendy