Timothy Anegon
Después de sufrir cirrosis hepática en etapa terminal durante varios años, Tim recibió una llamada telefónica para un trasplante de hígado el 11/04/14. Ese “Regalo de la Vida” era nuestra esperanza de que su vida continuara y que pudiera volver a estar saludable. Celebramos con emoción y ansiedad, pero mantuvimos a la familia del donante en nuestros pensamientos, al darnos cuenta de que otra familia había perdido a su ser querido, haciendo posible su trasplante. Antes de la cirugía, nuestra familia pasó todo el día junta. Hablamos, reímos, contamos historias y esperábamos cuál sería su futuro. Nos tomamos esta “selfie” que sería nuestra última foto juntos. Durante el exitoso trasplante Tim tuvo complicaciones; se hicieron tremendos esfuerzos para salvar su vida. Cuatro días después falleció y luego nos convertimos en una familia donante. Tim disfrutaba del golf, navegar y viajar. Vivió la vida plenamente, jugó duro y amó profundamente. ¡Se le extraña!