Benjamín Andrew Bloom
Ben tenía una sonrisa carismática con un sentido del humor contagioso. Estaba en paz con quien era y tenía una presencia suave y tranquilizadora para él. Vivió su vida con un fuerte impulso para lograr sus metas, tratando de aprovechar al máximo el presente; sin preocuparse nunca por el pasado ni por el futuro. Dedicó gran parte de su vida a sus pasiones: la física y la música. Ben era un pensador profundo y los desafíos de la física lo intrigaban. Era un baterista fantástico de música jazz/rock. La obra de arte de Ben está en el cuadrado del edredón. Tituló la obra “El orden de la ley”. Es una ilustración de las pasiones de su vida. ¡Te amamos, Ben! Mon, papá, Ryan y Josh