Nicolás G. Zelasko
Mi hermano pasó un año en Vietnam. Su vida cambió a partir de ese momento ya que ya no era él mismo. Llevó consigo esos horribles recuerdos de la guerra durante toda su vida, pero su corazón amoroso y generoso nunca vaciló. Siento que donar sus órganos fue la decisión correcta, y estoy seguro de que mi hermano habría estado de acuerdo.