Sean Michael Glarner
Al igual que con sus amigos, Sean amaba mucho a su familia y siempre quiso que mamá, papá y su hermano menor, Nick, hicieran cosas juntos. ÉL también disfrutó de su familia extendida y siempre preguntaba, antes de cualquier reunión, "¿Estarán todos allí?" Las vacaciones familiares siempre fueron geniales, como deberían ser. A Sean le encantaban todos los aspectos de las vacaciones, desde escoger las cosas que quería llevar, hasta la anticipación de que hubiera un reproductor de VCR/DVD, hasta la pura aventura de llegar allí. Las playas estaban entre algunos de sus lugares favoritos. Semanalmente, podías encontrar a Sean buscando en las páginas amarillas la pizza perfecta (le encantaba la comida en general, especialmente con salsas) y si era una pizza fresca y caliente que llevábamos a casa, la llevaba al restaurante. puerta principal como si fuera el repartidor. La compasión de Sean por todos los seres vivos lo impulsó a querer ser médico. Con su discapacidad general de aprendizaje, esto por supuesto no iba a ser así, pero sin embargo, en su mente, él era un médico para las personas y los animales. Adquirió una bata de doctor y tenía una pequeña caja de herramientas que usaba como maletín de doctor, llena de guantes de látex, gasas, bajalenguas y un estetoscopio real, todo lo cual le fue entregado por las enfermeras y el Dr. .es que había conocido. Sus propios aportes al mal fueron: alicates, llave inglesa, enchufes, y linterna y para terminar nuestro, unos juguetes que le parecieron factibles para el Dr. Tools. A medida que Sean creció, se convirtió en un joven increíble. Era amable, compasivo y orgulloso. La graduación fue un hito en su vida. Le indicaba que se había convertido en: un hombre. Significaba mucho para él, evidente en su radiante sonrisa. —Denise Glarner